viernes, 12 de agosto de 2011

Champaña Louis Roederer: el vino de todas las emociones

Un blog de Antoine Saint-Michel

La casa Roederer: la historia de una casa de champaña prestigiosa

En 1776, se funda la empresa en Reims por los señores Dubois, padre e hijo, quienes más tarde la venden a Nicolas Schreider. En 1809, Louis Roederer, sobrino del señor Schreider nació en Estrasburgo y pasa a ser socio de la empresa de su tío. En 1833, Louis Roederer hereda el negocio del señor Schreider y lo explota bajo su propio nombre, consiguiendo en los años siguientes una considerable expansión. En 1868 la empresa vende anualmente mas de 2,5 millones de botellas, especialmente en Rusia, pero también en los Estados Unidos y toda Europa. En 1873, en la época de los Zares, las entregas de champaña Louis Roederer a Rusia alcanzan la cifra record de 666.386 botellas, lo que representa un 27% de la producción total. En 1876, a petición del Zar Alejandro II, se crea la “cuvée Cristal” para consumo exclusivo de los Zares de Rusia. Nace así el concepto de “cuvée de prestige”.


Las claves del éxito de una de las mejores casas francesas de champaña.

Los viñedos de la “maison”:

200 hectáreas bien situadas: las 200 ha de los viñedos Louis Roederer están bien repartidas en las 3 principales zonas de producción de Champagne (montagne de Reims, Vallée de la Marne y Côtes des Blancs). Las cepas están plantadas en estas tres zonas y en las mejores tierras (“crus” del 95% al 100%) y no existen prácticamente ningún “Grand Cru de Champagne” en donde no esté presente Louis Roederer. Su producción cubre, generalmente, el 70% de las necesidades de uvas de la Maison. Por ello, se puede afirmar que Louis Roederer es un “Champagne de propietario”. En general, las otras Casas de Champagne no poseen suficientes viñedos en proporción a su producción y compran las uvas y vinos tranquilos al exterior, lo que puede perjudicar su calidad.


Los Vinos de reserva: Unas existencias que valen oro:

La particularidad esencial de la champaña, es el sabio ensamblaje de vinos de diferentes viñedos y caldos. Por la situación privilegiada de sus viñedos y gracias a la política selectiva de sus adquisiciones complementarias, Louis Roederer se beneficia de la mas completa variedad de vinos de ensamblaje. Dispone, así, de los mejores caldos para la composición de sus cosechas, especialmente para la mas prestigiosa, la “cuvée Cristal”.

Estos caldos no se utilizan inmediatamente; los mejores se mantendrán en reserva en barricas de roble. De esta forma, en los años menos favorables se mantendrá la calidad y el estilo de la Maison, añadiendo estos vinos de reserva. Se conservan así, durante años, 700 000 litros de vino de reserva en mas de 150 barricas de roble. Estos vinos representan un costo financiero muy importante para la Maison, por la inmovilización de existencias, el mantenimiento de las barricas, el aire acondicionado de la cava reservada para su almacenamiento, la vigilancia constante de la evolución de los vinos…
En este respeto por la tradición, Louis Roederer es hoy en día la única empresa de champaña que puede permitirse semejante lujo.

Una empresa familiar:

A diferencia de la mayoría de los champán de la competencia, Louis Roederer es una empresa puramente familiar, dirigida por verdaderos conocedores del vino. Esta independencia favorece el objetivo de la Maison Louis Roederer: velar por la continuidad de la alta calidad de su producción, antes que seguir por los dictados actuales de la rentabilidad financiera a corto plazo. Por este motivo, los stocks disponibles representan 4 a 5 años de venta, cifra ampliamente superior a la media de las otras casas de Champagne.


El proceso de elaboración de cada botella de champaña

El viñedo:

Louis Roederer posee uno de los más bellos viñedos de la región de Champagne. Sus 200 hectáreas cubren la mayor parte de sus necesidades de uvas. Gracias a este excepcional privilegio, Louis Roederer controla totalmente su ciclo de producción, cuando las demás casas de champaña deben adquirir al exterior del 40% al 100% de sus uvas.

El prensado:

Las uvas cosechadas se depositan en cestas de 50kg para ser transportadas de inmediato hacia los tres lagares de la Maison. La ley obliga a prensar 4000 Kg. de uvas al mismo tiempo y a no extraer mas que 2550 litros de jugo de estas uvas. Los primeros 2050 litros constituyen “la Cuvée” (el mejor mosto) y los 500 litros restantes “La taille”, de calidad inferior. Estos últimos, en la Maison Louis Roederer, son generalmente vendidos o intercambiados por otros caldos de calidad superior. Al cabo de algunas horas de reposo, los mostos son transportados a las cavas.

La primera fermentación alcohólica:


La primera fermentación comienza, en las cavas Louis Roederer de Reims, al siguiente día de la vendimia y dura varias semanas; de esta forma se obtiene un vino tranquilo. En la primavera, el Jefe de Bodega y sus colaboradores catan cada variedad, por separado, para determinar su particularidades.


La Cuvée:


Para la elaboración de la “Cuvée”, se armonizan veinte, treinta y algunas veces, 40 crus (caldos) diferentes, se obtiene así un vino perfectamente equilibrado y de una calidad constante año tras año. Se trata de una operación de extraordinaria importancia, cuyo secreto sólo conocen los enólogos de Louis Roederer. Gracias a sus importantes reservas de vinos envejecidos, Louis Roederer preserva la calidad única de sus champagnes sin año (Brut Premier), que le confiere prestigio mundial. Para algunas “cuvées” elaboradas con caldos de una misma cosecha de excepcional calidad, el jefe de Bodega no incorpora ningún vino de reserva para conservar toda la personalidad y el valor del año de su cosecha. De esta forma se obtiene un champagne de añada o Millesimé, como el famoso “Cristal”.

El nacimiento de las burbujas:

Para generar la segunda fermentación alcohólica, al embotellar el vino tranquilo se añade automáticamente a la “Cuvée” una pequeña cantidad de azúcar de caña, levaduras y vino. Mediante reacciones químicas muy complejas, las levaduras transforman el azúcar de caña en alcohol y gas carbónico. Encerrado dentro de la botella, este da origen a las burbujas en el vino y crea una presión en la botella. Después de esta operación, se bajan las botellas a las cavas (de unos 6 Km de extensión) que posee Louis Roederer en Reims. Estas bodegas, protegidas de la luz y de los cambios térmicos para mantener una temperatura constante de 10 grados, conservarán las botellas durante 3, 4, 5 o más años.

El trasiego del poso:



La segunda fermentación provoca la formación de un poso que se adhiere a las paredes de las botellas, y que es necesario eliminar para evitar que se mezcle con el vino y lo enturbie. Para ello, se colocan las botellas sobre unos pupitres, con el cuello ligeramente inclinado hacia abajo. Todos los días o a días alternos, unos experimentados especialistas llamados “remueurs” (removedores), giran cada botella con una pequeña sacudida, 45 grados a la derecha o la izquierda, cuidando de inclinar la botella hasta la posición casi vertical conforme van progresando las operaciones. Gracias a este procedimiento, el poso se va despegando poco a poco y al cabo de uno o dos meses se ha deslizado completamente hasta el cuello de la botella.

El descuelle (explosión del poso):



Para realizar esta operación se sumerge el cuello de la botella en una solución refrigerante, de tal manera que se forme una porción de hielo que aprisione el poso. Luego se saca el tapón y la presión interior expulsa el hielo en el que se ha concentrado el poso. Para reemplazar el champagne perdido, se completa con vino de la misma “cuvée” al cual se le añade cierta cantidad de “licor” (mezcla de azúcar de caña y de vino envejecido). La cantidad depende del tipo de champaña que se quiere obtener (brut, seco o semi-seco). Al final, se coloca el corcho definitivo. Cuando alcanza este nivel, el champán ya está casi listo.


El etiquetado de la botella:

Seis meses después del descuelle, cuando el licor ya esta perfectamente fusionado con el vino, las botellas reciben la capsula, el bozal de alambre, la etiqueta y el medallón.

Algunos consejos prácticos con la champaña.

¿En que fijarse al comprar una botella?

En primera instancia e independientemente de la Casa, hay que saber que tipo de champaña uno esta buscando. Existen 3 tipos de champaña: el Champán no “millesimé” (sin añada particular) el más accesible en costo, el Champán “Millesimé”, mas costoso (procediendo de una sola añada en particular), y la “cuvée speciale”, el más costoso.

Luego el renombre de la Casa que impone su estilo, y al final la consistencia que es un factor muy importante. Pocas “Maison” logran tener consistencia año tras año. Eso se puede lograr cuando la Casa tiene un control total desde el viñedo hasta el producto final.


¿Una vez que se abre la botella, se tiene que consumir toda o puede guardarse el resto?


Lo mas adecuado es que se consume en totalidad para preservar frescura y burbuja continua. Sin embargo y con tapones adecuados, se puede conserva 24 horas en el refrigerador (5 grados) sin ningún problema.


¿Como beber una botella de champaña?

De preferencia sola, sin mezclarla (cóctel) para poder apreciar el estilo y el carácter y la elegancia de la casa Louis Roederer.

El Brut Premier, en aperitivo, el rosado para acompañar platillos delicados y sofisticados. Y para las ocasiones especiales, pueden descubrir “la Cuvée Prestige” de la champaña Cristal reconocible a su botella transparente con fondo plano y que fue creada en 1876 para el Zar Alejandro II.